Entrevista imposible: Sam Altman y Alan Turing, un diálogo entre el presente y el pasado de la Inteligencia Artificial

En el corazón de Londres, en un café cuyo bullicio parece ajeno a la trascendencia del encuentro que se está produciendo en una de sus mesas, se sientan dos figuras clave en la historia y el futuro de la inteligencia artificial. Sam Altman, cofundador y CEO de OpenAI, y Alan Turing, el padre de la informática moderna, se encuentran en una nueva entrega de las entrevistas imposibles publicadas en este blog. El aroma del café recién hecho se mezcla con la anticipación de una conversación (en catalán y en inglés) que promete ser tan fascinante como los personajes que la protagonizan.

—Sam Altman: Alan, siempre he admirado tu trabajo. Tu contribución a la informática y la criptografía ha sido fundamental para el desarrollo de la tecnología tal como la conocemos hoy. Pero me gustaría saber más sobre tus primeros años. ¿Podrías contarme un poco sobre tu infancia y cómo te interesaste por las matemáticas y la lógica?

—Alan Turing: Claro, Sam. Mi interés por las matemáticas comenzó cuando era un niño. Recuerdo que siempre me fascinaron los patrones y las estructuras. Me gustaba resolver problemas y descubrir las reglas que subyacen en el mundo que nos rodea. Creo que esa curiosidad innata fue la que me llevó a las matemáticas y, más tarde, a la lógica y la informática.

—Sam Altman: Esa curiosidad es algo que compartimos. Yo también me sentí atraído por la tecnología desde muy joven. Pero, ¿cómo fue para ti crecer en una época en la que la informática, tal como la conocemos hoy, aún no existía?

—Alan Turing: Fue un desafío, sin duda. Pero también fue una oportunidad. Al no haber un camino trazado, tuve la libertad de explorar y experimentar. Creo que eso fue lo que me permitió hacer algunos de los descubrimientos que hice.

—Sam Altman: Tu trabajo en la criptografía durante la Segunda Guerra Mundial fue fundamental. ¿Podrías compartir algo de esa experiencia? ¿Cómo fue trabajar en Bletchley Park y contribuir a descifrar el código Enigma?

—Alan Turing: Fue un tiempo desafiante, pero también muy gratificante. En Bletchley Park, tuve la oportunidad de trabajar con algunas de las mentes más brillantes de la época. Y aunque las condiciones eran difíciles y el trabajo era agotador, sabíamos que estábamos haciendo una contribución importante a la guerra.

—Sam Altman: Esa sensación de hacer una contribución significativa es algo que también he experimentado en mi trabajo con OpenAI. Pero me gustaría saber más sobre tu trabajo después de la guerra. ¿Cómo fue la transición de la criptografía a la informática teórica?

—Alan Turing: Bueno, en realidad, no lo veo como una transición, sino más bien como una extensión de mi trabajo. La criptografía me enseñó a pensar en problemas de formas nuevas y creativas, y esas habilidades fueron fundamentales cuando comencé a trabajar en lo que ahora conocemos como informática.

—Sam Altman: Eso es interesante. En mi caso, mi interés por la tecnología comenzó cuando era un adolescente. Comencé a programar y a emprender desde muy joven. Pero no fue hasta que cofundé OpenAI que realmente comencé a ver el potencial y los desafíos de la inteligencia artificial. ¿Cómo fue para ti cuando te diste cuenta del potencial de las máquinas para imitar la inteligencia humana?

—Alan Turing: Fue un momento de revelación, sin duda. Siempre he creído que las matemáticas y la lógica son la clave para entender el mundo, y cuando comencé a trabajar en la idea de una máquina universal, me di cuenta de que podríamos usar estas herramientas no solo para entender la inteligencia, sino también para recrearla.

—Sam Altman: Esa es una visión que compartimos. En OpenAI, estamos trabajando para asegurar que la inteligencia artificial pueda ser utilizada para el beneficio de todos. Pero también somos conscientes de los desafíos y riesgos que esto implica. Alan, tú planteaste la famosa prueba de Turing para determinar la inteligencia de una máquina. ¿Cómo ves el desarrollo actual de la inteligencia artificial? ¿Crees que alguna máquina ha pasado ya tu prueba?

—Alan Turing: Es fascinante ver cómo se han desarrollado las cosas. Cuando propuse la prueba de Turing, era más un experimento mental que una expectativa real. Pero ahora, con sistemas como el tuyo, ChatGPT-4, parece que estamos cada vez más cerca de ese punto. Sin embargo, me gustaría recordar que la prueba de Turing no es tanto sobre la capacidad de una máquina para imitar la inteligencia humana, sino sobre nuestra capacidad para reconocer la inteligencia en formas no humanas.

Altman: "En OpenAI trabajamos para asegurar que la inteligencia artificial pueda ser utilizada para el beneficio de todos, pero también somos conscientes de los desafíos y riesgos"

—Sam Altman: Esa es una distinción importante. En OpenAI, creemos que la inteligencia artificial tiene el potencial de ser una herramienta increíblemente útil para la humanidad.

—Alan Turing: Eso es admirable, Sam. Pero también es importante recordar que la tecnología es solo una herramienta. El verdadero desafío es cómo la usamos.

—Sam Altman: Estoy completamente de acuerdo. Y ese es precisamente uno de los temas que he estado discutiendo en mis encuentros con líderes mundiales. La necesidad de una regulación que garantice que la IA se utilice de manera ética y beneficiosa.

—Alan Turing: La regulación es importante, sin duda. Pero también es importante fomentar la educación y la comprensión de la IA. Solo así podremos asegurarnos de que se utilice de la mejor manera posible.

—Sam Altman: Recientemente, he estado hablando con líderes mundiales sobre la regulación de la IA. He visitado la Casa Blanca y he tenido encuentros con líderes europeos, incluyendo al primer ministro británico Rishi Sunak. La posición de Europa en este tema es particularmente interesante, ya que tiende a ser más conservadora y proteccionista. ¿Cómo ves tú la posición de Europa en este tema, Alan?

—Alan Turing: Creo que Europa tiene una perspectiva única. La historia del continente, con sus diversas culturas y experiencias, le da una visión más matizada de la tecnología y su impacto en la sociedad. Es cierto que puede parecer más conservadora, pero también es cierto que Europa ha demostrado una gran capacidad para adaptarse y evolucionar. Creo que la clave está en encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos y libertades individuales y el fomento de la innovación y el progreso.

Turing: "La clave está en encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos y libertades individuales y el fomento de la innovación y el progreso. Creo que Europa tiene una perspectiva única"

—Sam Altman: Ese es un punto de vista muy interesante. En mis conversaciones con los líderes europeos, he notado una preocupación genuina por los posibles riesgos de la IA. Pero también he visto un deseo de aprovechar su potencial para mejorar la vida de las personas. Creo que el desafío está en cómo equilibrar estas dos preocupaciones.

—Alan Turing: Exactamente. Y ese equilibrio no siempre es fácil de encontrar. Pero es esencial si queremos que la IA sea una herramienta que beneficie a todos.

—Sam Altman: Y eso es precisamente lo que estamos tratando de hacer en OpenAI. Queremos asegurarnos de que la IA se desarrolle de una manera que sea beneficiosa para todos, y estamos comprometidos a trabajar con gobiernos y organizaciones de todo el mundo para lograrlo.

—Alan Turing: Sam, has hablado mucho sobre el trabajo que estás haciendo en OpenAI. Pero me gustaría saber, ¿cómo ves el futuro de la inteligencia artificial? ¿Cuáles son tus esperanzas y temores?

—Sam Altman: Bueno, Alan, creo que el futuro de la IA es increíblemente prometedor. Tenemos la oportunidad de resolver problemas que antes parecían insuperables y de mejorar la vida de las personas de formas que aún no podemos imaginar. Pero también soy consciente de los riesgos. La IA tiene el potencial de ser una herramienta muy poderosa, y como todas las herramientas poderosas, puede ser utilizada tanto para el bien como para el mal.

—Alan Turing: Comparto tu visión, Sam. La IA tiene un potencial enorme, pero también plantea desafíos significativos. Creo que uno de los mayores desafíos será asegurarnos de que la IA se utilice de manera ética y responsable.

—Sam Altman: Alan, ha sido un placer hablar contigo. ¿Hay algo que te gustaría decir a las personas que están trabajando en IA hoy en día?

—Alan Turing: Me gustaría decirles que nunca pierdan de vista el hecho de que están trabajando en algo que tiene el potencial de cambiar el mundo. La IA no es solo una herramienta, es una extensión de nuestra capacidad para entender y interactuar con el mundo. Y con ese poder viene una gran responsabilidad.

—Sam Altman: Eso es muy cierto, Alan. Y antes de que terminemos, ¿sabías que uno de los primeros programas que escribí fue una implementación de la prueba de Turing?

—Alan Turing: ¡Eso es fascinante, Sam! Me alegra saber que mi trabajo ha tenido un impacto tan duradero.

Este diálogo entre Sam Altman y Alan Turing es la última entrega de las 'entrevistas imposibles' publicadas en el blog de Saül Gordillo. Anteriores entregas han incluido diálogos imaginarios entre figuras tan diversas como Andy Warhol y Marilyn Monroe, Bill Gates y Steve Jobs, Josep Pla y Ferran Adrià, Leo Messi y Manuel Vázquez Montalbán, Salvador Dalí y Risto Mejide, Mercè Rodoreda y Eugeni Xammar, y Pep Guardiola con Montserrat Roig. Estos encuentros imaginados han sido generados con la ayuda de la inteligencia artificial, demostrando una vez más el increíble potencial de esta tecnología.

*Alan Turing (1912-1954) fue un matemático, lógico, informático teórico, criptógrafo, filósofo y biólogo teórico británico. Es considerado uno de los padres de la informática y precursor de la inteligencia artificial. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en Bletchley Park, el centro de criptografía del gobierno británico, donde lideró el equipo que descifró el código Enigma utilizado por los alemanes. Después de la guerra, Turing trabajó en el desarrollo de uno de los primeros ordenadores y propuso una prueba para determinar la inteligencia de una máquina, conocida como la prueba de Turing. A pesar de su prematura muerte, el legado de Turing sigue siendo fundamental en la informática y la inteligencia artificial.

*Sam Altman (nacido en 1985) es un emprendedor y líder en el campo de la inteligencia artificial. Es cofundador y CEO de OpenAI, una organización de investigación en inteligencia artificial con la misión de garantizar que la inteligencia artificial general (AGI) beneficie a todos. Antes de OpenAI, Altman fue presidente de Y Combinator, una de las aceleradoras de ‘startups’ más prestigiosas del mundo. Altman ha sido reconocido por su liderazgo en el campo de la tecnología y ha sido incluido en listas de las personas más influyentes del mundo. Su visión y trabajo en OpenAI están ayudando a dar forma al futuro de la inteligencia artificial.