La IA y la locución: ¿Estamos presenciando el fin del factor humano en la industria de las voces?
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el mundo de la voz. Cada vez más, podemos escuchar voces sintéticas que imitan el habla humana con gran realismo y expresividad

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el mundo de la voz. Cada vez más, podemos escuchar voces sintéticas que imitan el habla humana con gran realismo y expresividad. Estas voces se utilizan para diversos fines, como asistentes virtuales, narración de audiolibros, doblaje de vídeos o generación de contenidos.
Pero ¿qué implicaciones tiene este avance tecnológico para los profesionales de la voz? ¿Están en riesgo sus trabajos y su identidad? ¿Qué beneficios y desafíos plantea la IA para la industria de la voz? Un caso reciente que ha causado polémica lo explica Jordi Pérez Colomé en este artículo en El País: el de Alejandro Graue, un actor de doblaje argentino que fue reemplazado por una voz generada por IA en uno de sus proyectos.
Alejandro Graue llevaba dos meses doblando al español un célebre canal de YouTube con millones de suscriptores en inglés, cuando recibió un correo electrónico en el que le comunicaban que ya no necesitaban su trabajo. La razón era que habían decidido usar una voz sintética para ahorrar costes y tiempo.
Graue se sintió sorprendido e indignado por esta decisión, y expresó su malestar en Twitter: “Llegó el día: me reemplazaron en un trabajo con voz generada por inteligencia artificial. Vamos camino de que el factor humano desaparezca”.
El actor de doblaje considera que la voz es una parte esencial de la personalidad y la creatividad de cada individuo, y que no se puede sustituir por una máquina. Además, cree que la IA puede afectar negativamente a la calidad y la diversidad de las producciones audiovisuales, al perderse el matiz y la emoción que solo puede transmitir una voz humana.
Muchos profesionales de la voz se sienten amenazados por la irrupción de la IA en su sector, y reclaman medidas para proteger sus derechos y su trabajo
Graue no es el único que piensa así. Muchos profesionales de la voz se sienten amenazados por la irrupción de la IA en su sector, y reclaman medidas para proteger sus derechos y su trabajo. Por ejemplo, algunos piden que se dote de un acento propio a las voces sintéticas, para distinguirlas de las voces humanas. Otros exigen que se reconozca y se remunere su labor como creadores de contenido, y que se respeten las normas éticas y legales en el uso de sus voces.
Sin embargo, no todo es negativo. La IA también puede ofrecer oportunidades y ventajas para los profesionales de la voz y para la sociedad en general. Por ejemplo, puede facilitar el acceso a la información y al entretenimiento a personas con discapacidad visual o auditiva, o con dificultades para leer o escribir. También puede ayudar a difundir contenidos en diferentes idiomas y dialectos, favoreciendo la diversidad cultural y lingüística.
Además, la IA puede ser una herramienta útil para mejorar las habilidades y la productividad de los profesionales de la voz. Por ejemplo, pueden usarla para crear voces personalizadas que reflejen su identidad y su marca, o para ajustar parámetros como la pronunciación, el tono, la velocidad o las pausas. También pueden aprovecharla para generar contenidos originales o adaptados a diferentes públicos y formatos.
En definitiva, la IA es una realidad que ha llegado para quedarse en el mundo de la voz. Su impacto es innegable, tanto positivo como negativo. Por eso, es importante que los profesionales de la voz se adapten a esta nueva situación, sin renunciar a su valor y a su creatividad. Y también que los usuarios seamos conscientes del origen y del propósito de las voces que escuchamos, sin dejar de apreciar el factor humano que hay detrás.
(*Artículo generado con IA)